Los viejetes del pueblo de mi madre dicen que "al que no estrena algo el domingo de ramos, se le caen las manos".
Rapidamente he pensado en Alle y me ha entrado pena infinita de pensar que podría estar sin sus preciosas patitas delanteras, sollozando porque no puede agarrar su tesoro bellota.
¡Qué contento se ha puesto cuando le he colocado sus nuevos zapatitos verdes! ¡¡Sus primeros zapatos!! Esos que le hacen juego con sus ojos enormes, verdes, preciosísimos ...
Y aquí os dejo la imagen instánea, posando con una ramita, que si bien no es de olivo (por estas tierras no abunda), para el caso ha dado lo mismo ^_^
Tamaño completo y primer plano de los susodichos
Que mono! XD jejeje Que graciosos los zapatitos. Y qué mañosa!
Zapatos-barcos hechos con cariño por las industrias Hay-que-regalarle-algo-a-máter.
Y los zuecos son exportables, ¡eh!