Finalmente a los de la universidad de Paul Verlaine les ha tenido que entrar un ataque de locura, o se les ha tenido que traspapelar alguna historia, porque después del interminable dossier y la desastrosa entrevista, han decidido aceptarme en su master2 (que no tiene plaza para todos, asi que por esa parte me siento afortunada).
Me digo a mí misma que no debo pensar que tiene que venir otro oscuro invierno, y procuraré centrarme en todo lo que voy a aprender, la experiencia profesional, lo que voy a conocer, a virir, la lengua francesa (yo, que he sido siempre de inglés...), Paúl...
Pero inevitablemente una parte de mí está un poco mustia. Otro año deseando ver el sol y encontrar sólo bruma ... otro año acumulando promesas de cafés que no pueden tomarse... otro año sin mi familia (los lametones de mi perra incluídos), mis amigos ... en definitiva, mi gente.
Otros lo llevarán bien, pero a mí me cuesta.