1 vieja historia

miércoles, octubre 13, 2010 en 1:56 p. m.
Todo comenzo el dia 8, cuando tomamos esta foto...


estamos guapos, eh?
ohhhh ... qué monos, qué sonrientes y felices..
como si hiciesen caso omiso a esa vieja historia que se repite cada anio desde que empiezas a subir en la veintena...



No digo que no hayamos oido todos la famosa frase de "yo a tu edad...", pero unas pican mas que otras, y lo peor de eso es que hay un dicho maravilloso por ahi que dice que el se pica... (me ahorro el final), y tiene razon...
El caso es que no hace una semana que cumpli los 25, y ya he tenido la ocasion de escuchar un poco de todo:
- pues yo a tu edad me case
- yo con 25 ya habia tenido a mi primer hijo
- aun estas estudiando?
- que vas a hacer el anio que viene?
- sin que te moleste... pero, has pensado en casarte?

Damas y caballeros, gracias por su preocupacion y la retahila de informacion que NO he pedido. No tengo respuestas satisfactorias para (iba a decir todos) nadie.

Escucho la vieja historia que se repite cada vez con mayor frecuencia, y me la sé (aunque seguro que aun pueden sorprenderme). No, no parara probablemente hasta que el mi mundo quede satisfecho... y eso no sucedera nunca, porque el ser humano es asi de atascado...
Tengo 25, si, y me gusta pisar hojas secas en otonio, la nieve en invierno, la hierba el primavera y chapotear en la playa en verano. Si eso no le satisface a nadie, seniores, pierden el tiempo intentando que pase por el aro de las generaciones precedentes.

argh! que rollo de vejez.

5 comentarios

  1. Old.Urobros Says:

    Y cuantan las leyendas que en un momento de furia irracional 3ky implosionó y acabó con el (su) mundo.

    ¡Qué cosas! Mira que en lo que estás pensando. Con lo guay que son los 25, que uno los mira y dice: 1/4 de Siglo. 1/4 de Siglo. Es una cifra genial.

    Ea, ni casios a los "yo a..." que total, son arcaicos. Las circunstancias cambian y lo extraordinario se puede volver normal y viceversa.

    Por otro lado, no vaya usted a caer en un estado de egocentrismo que le incurra a pensar que es la única que disfruta pisando hojas crujientes, con la nieve... Y no voy a señalar a nadie, no creo que haga falta ¿verdad?

    Besitos.

    Me alegra su vuelta, aunque sea un cuasi "FuryReturn"

  2. Unknown Says:

    A mí me gusta la Eli cabreada :)

    Sobre todo la parte de olvidar lo de casarse a esa edad. Estoy bastante de acuerdo, no sé por qué.

    :)

  3. Deeptongo Says:

    Cada uno va recorriendo su caminito, y los demás no deberíamos imponer el nuestro a nadie.

    Tira recto, mira al frente y haz el caso justo a todas esas cosas que dicen/decimos, nadie está en el lugar exacto de los demás para saber que debes hacer.

    Comparto la opinión de urobros. Esos placeres no son exclusivos de vuesa merced.

    Un maukis pokis.

  4. GatoVerde Says:

    Se te echaba de menos por el mundo Internautico.

    Yo también he cumplido los 25, y lo que llevo peor es que esos niños irritantes que te encuentras por la calle, y que no conoces de nada, te digan... "Señor... ¿puede darme la pelota?" ¿¿SEÑOR?? NIÑATOOO ¿TU MADRE BIEN NOO??

    Bromas aparte.

    A mi también me da rabia que se espere de nosotros lo que se esperaba de las generaciones anteriores ¿No se dan cuenta que los tiempos han cambiado?

    No quiero comprarme una casa y estar pagando por ella 60 años. (Quiero alquilar muchas en muchas ciudades diferentes)

    No quiero casarme con alguien por que ha llegado la edad de hacerlo. (Quiero hacerlo cuando me sienta preparado, con la persona que quiera, y de forma sencilla, con mis amigos, sin grandes parafernalias)

    No quiero un un trabajo fijo que me de seguridad para siempre. (Quiero hacer diferentes cosas en diferentes sitios con diferentes personas, quiero enriquecerme interiormente)

    ¿Es tan raro no querer seguir el camino que me marcan?

    ¿Me estaré dejando llevar por lo convencional?

    En el fondo me da miedo responderme a esa pregunta.

    Mil besos desde Linares

  5. tresky Says:

    Ains ...
    al fin y al cabo se hace camino al andar...
    ya os contaré dónde llego.